viva el purin de ortigas

La ortiga es una de esas plantas maravillosas que la naturaleza pone a nuestro alcance.

Además de sus múltiples y deliciosos usos culinarios (de eso hablaremos otro día, prometido) la ortiga es una grandísima aliada en los cultivos ecológicos y permaculturales (ya sean de hortalizas, frutales o decorativas).



Porqué hacer purin de ortigas en casa:

El purin (extracto vegetal fermentado) de ortiga resulta muy sencillo de elaborar en casa.
Como las ortigas son muy fáciles de encontrar en estado silvestre (si vives o tienes acceso a zonas rurales) puedes salir a recogerlas, de esta manera no te supondrá ningún coste económico.
Es 100% natural, ecológico y totalmente inocuo para el ecosistema.

Es un abono muy potente, especialmente rico en nitrógeno y hierro (aunque también contiene buenas cantidades de fósforo, magnesio, calcio y silicio), esto quiere decir que ayudará a las plantas, en su fase vegetativa, a desarrollarse más rápido, más grandes  y también más sanas, previniendo la aparición de clorosis férrica (amarilleo de hojas).

También se puede usar como corrector de carencias múltiples.

Es fitofortificante, ayuda a prevenir o eliminar hongos como el oidio y el mildú.

Es repelente de insectos, funciona especialmente bien contra el pulgón.



Cómo hacer purin de ortigas:

Lo primero es lo primero, y en este caso es encontrar las ortigas en cuestión.

Si vives en Asturias (como yo) o en alguna otra zona muy húmeda, probablemente solo necesites bajar a tu jardín (o huerto) para encontrar un montón de ortigas hermosísimas.
Si no tienes esa suerte te toca salir al monte a buscarlas, es muy importante que vayas bien equipada ya que, como bien sabrás, las ortigas tienen sus medios para defenderse.

No olvides llevar manga larga (mejor dos capas) guantes de goma (o imitación de piel) y unas bolsas bien gruesas. Yo las corto con la mano, pero si prefieres lleva también tijera.
Si vives en una zona con un clima especialmente seco probablemente necesites buscar en las zonas más sombreadas de los bordes de los arroyos para encontrarlas.



Es muy importante recolectar la ortiga siempre de manera sostenible, es decir, nunca cortes todas las plantas de una misma zona, coge como máximo el 40% y muévete a otra zona.

También es importante recolectar las plantas que mejor aspecto presenten: color verde intenso, hojas grandes e intactas.



Coloca toda la ortiga que hayas conseguido en un recipiente adecuado para su volumen: que las ortigas no queden demasiado apelmazadas, pero si algo apretadas.

Llena el recipiente de agua hasta cubrir todas las ortigas. Sería ideal si puedes utilizar agua de lluvia o de manantial.



Deja el recipiente en una zona sombreada, bien tapado, unos cuantos días para que fermente.
A medida que la ortiga vaya fermentando, el olor a podrido se irá volviendo más y más intenso, este fuerte olor atraerá a muchos insectos, especialmente moscas y babosas, por eso es muy importante que quede bien tapado, ya que si los animales entran en el recipiente pueden alterar la descomposición.
Por este mismo motivo (el desagradable olor) también te recomiendo que lo situes lejos de la casa y de la zona de estar exterior.



Cada día tienes que destapar el recipiente, remover bien todas las ortigas (con la ayuda de un palo) y volver a taparlo. Al menos una vez al día, mejor si son dos.

Día a día iras notando como el proceso de fermentación avanza:
Al remover las ortigas notarás que cada día se produce más espuma blanca, hasta llegar a un punto álgido de cantidad y densidad de la espuma, a partir de ese día la espuma será cada vez menor hasta que ya practicamente no se forme nada de espuma al revolver. Al mismo tiempo notarás que los restos de ortiga ya no presentan ninguna parte verde, solo quedan los tallos.
En ese momento el purín estará listo para usar.




El tiempo que tarda depende totalmente de la temperatura, humedad  y demás factores ambientales. Suele estar listo entre 5 y 10 días, pero en zonas o meses muy frios puede tardar hasta 20.



Cuándo hacer purin de ortigas:

Como la mejor fase para abonar y tratar las plantas del huerto es entre luna creciente y llena, mi recomendación es prepararlo en todas las lunas menguantes de la primavera y el verano.

En abril o mayo (si la temperatura exterior aún no es muy alta) deberás empezarlo antes del cuarto menguante, para tenerlo listo a tiempo. En julio y agosto, seguramente te sea suficiente con empezarlo 3 o 4 días antes de la luna nueva.

En cuanto tu purin deje de burbujear y la luna empiece a crecer, ya puedes aplicarlo. Si tu purin de ortiga ya dejó de burbujear, pero aún no pasó la luna nueva, es muy importante que elimines todos los restos vegetales y conserves unicamente el líquido hasta su aplicación.

Como abono, corrector de carencias y fitofortificante:
Aplícalo diluido en el agua de riego (proporción 1 litro de purin y 9 litros de agua). Si nos sobra purin repetir el riego cada 5 días. Hasta la luna llena.

Para eliminar hongos y pulgón:
Pulveriza las partes de las plantas afectadas (o sensibles) con la misma disolución que para abonar. Aplica bastante cantidad. Repite cada tres días o antes si llueve. Tratar especialmente las últimas noches de creciente y en luna llena.



Y hasta aquí por hoy!
Espero que te haya gustado la entrada y que mis consejos te resulten útiles.
Como siempre, si te animas a probar estaré encantada de que compartas tu experiencia conmigo!
Y si sabes más cositas interesantes sobre el purin de ortigas, o lo usas de alguna manera que yo desconozco cúentamelo ya, porfavor!!

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